En este artículo os traigo una ruta de una semana que hicimos en coche por Galicia, España. Nuestro viaje si hizo bordeando toda la costa y claro, esa semana cruzamos los dedos para que nos hiciera buen tiempo y no lloviera.
Ya estando en camino y con el ansia viva que siempre me caracteriza, nuestra primera parada fue en el parador de Ferrol (nuestro hotel) y todo el cansancio se me quito rapidito para comenzar a gritar “Ya empieza nuestra vacaciones”.
En Ferrol
Visitamos el castillo de San Felipe y me dio una gran felicidad porque tiene el mismo nombre de la ciudad de donde soy (San Felipe en Venezuela) y solo eso me pareció súper, la entrada es gratuita y el sitio es muy bonito, el camino es por la sierra de Ferrol lo cual para mí fue un paseo muy entretenido.
Lo interesante es que esconde playas y rincones fascinante y para nosotros fue un acierto visitarlo en el mes de julio, ese día decidimos ir a la playa en la cual hacia mucho viento, pero para mí no importaba, tenía ya mi traje de baño puesto y no podía resistirme sin échame un chapuzón en sus cristalinas y frías aguas, disfrute de ese día de desconexión total y mi marido solo me veía ya que él no fue tan valiente en meterse con el agua tan fría.
Luego regresamos de nuevo al parador, al lado teníamos los jardines de Herrera, solo era cruzar la calle y ahí ya lo tenemos. Caminamos por la plaza Juan Sebastián la cual es una zona que tiene una estupenda vista de la ría de Ferrol, para mí el parador y todas sus vistas fueron un lugar mágico.
En el momento de comer para mí fue muy familiar, todas las comidas están preparadas con cariño y puedes parar en cualquier bar para picar algo y aunque sea el mismo producto, no pasa nada porque en cada sitio lo preparan diferente, como de múltiples manera, y con distinto sabor (como dicen en mi tierra, cada quien le da su sazón), bueno ya en la noche a descansar plácidamente.
La Coruña
Ya en el segundo día nos dirigimos hacia la Coruña. Ahí visitamos la conocida Torre de Hércules la cual es un antiguo faro romano, es una visita impresionante y es super bello tanto la torre como sus alrededores enfrente al mar, fue todo maravilloso. Ya en el resto de la mañana nos dedicamos a pasear por el centro de lo ciudad, callejeando por todos sus rincones antes de partir a Pontevedra.
Camino a Pontevedra
Una vez que llegamos a Pontevedra nos quedamos el resto del día para conocer un poco la ciudad paseando por su centro histórico y sus edificios emblemáticos.
El primer lugar que visitamos fue la plaza de la Peregrina, donde nos encontramos con la peculiar capilla de la Virgen Peregrina que -con su forma redonda- nos pareció toda una sorpresa. Al lado de la plaza de la peregrina encontraremos la plaza de la Ferrería, con unos bonitos jardines delante del convento. Acercándonos hasta el río Lérez que bordea Pontevedra por lo que era un buen momento para dar un paseo por su rivera viendo puentes tan variopintos como el puente del Burgo, el más antiguo de todos, u otros más modernos como el de los Tirantes.
Al día siguiente salimos en dirección hacia las Rias Baxias, donde nos íbamos parando en los pueblitos más pintorescos. Como el de Combarro, sanxenxo, y baiona además de hacer una pequeña parara y visitar el Monasterio de Santa María de Aciveiro, el cual es un lugar con mucha historia. El de Combarro nos pareció el más bonito con sus rincones escondidos entre las callejuelas empedradas, sus restaurantes al lado del mar y un perfil típico de postal con los hórreos a pie de mar, lo bueno que fuimos muy temprano y disfrutamos el pueblo y su paseo marítimo, muy interesante y bonito
Al llegar a O grove en la Riasbbaxias, caminamos por su largo paseo marítimo para agarrar unos de los barcos que te pasean por la riada para a ver las mejilloneras. Esta ciudad tiene un estupendo patrimonio histórico medieval pero además está en un enclave excepcional a un paso del mar abierto.
En Vigo
La última parte de nuestro viaje trascurrió en Vigo donde llegamos super temprano para poder ir a visitar las islas Cíes.
Al ser un parque Nacional el acceso a estas islas está limitado a 2200 personas diarias, por lo que tuvimos que reservar con varias semanas de anticipación. El viaje en barco hasta las Islas es precioso porque puedes ver una panorámica de la ciudad Vigo y disfrutar con las islas de fondo. Una vez en la isla a parte de bañarme en sus fabulosas playas cristalinas, hicimos una ruta de senderismo hasta el Faro que está en la cima de una montaña. Así que disfrutamos el día como nunca de una isla maravillosa y hermosa de color verde y azul. ¡Gracias Galicia, por esa semana inmovible!
Para mi Galicia es un lugar de paseos interminable que uno no se cansa de ver, con sus olor a mariscos, albariño y sus muchos sabores del mar.